Con la tecnología, muchos de nuestros procesos rutinarios se han modernizado, y el self-checkout actúa como cajero de autoservicio.
Al igual que un proceso de pago, tiene la capacidad de rastrear las ventas y pagar las compras de sus clientes.
De manera muy sencilla el cliente deberá:
- Pasar el código de barras de los productos, uno por uno, que será leído por un lector óptico
- Colocar el producto en bolsas también disponibles por el equipo
- Se finaliza la compra y se realiza el pago
En general, se recomienda que las compras de autopago sean de hasta 15 productos. Es decir, está dirigido a resolver principalmente las compras rápidas. El autopago funciona como un cajero.
El pequeño espacio físico ocupado por el autopago también contribuye a la velocidad en las colas. Dado que cada caja tradicional se reemplaza por cuatro cajas automáticas, los clientes esperan mucho menos tiempo para el servicio y la velocidad de la fila es mayor. Las personas buscan practicidad y conectividad, y estas características están cubiertas por el autopago.
