La tecnología para hacer accesibles los kioscos de autoconsulta ha crecido en los últimos tiempos.
Con la adición de unos pocos botones y salida de voz, el producto puede ser utilizado por personas que no pueden ver, no pueden leer, no pueden alcanzar la pantalla o no pueden hacer movimientos finos con sus brazos, manos o dedos.
Varios fabricantes han desarrollado tecnología para brindar más comodidad a personas con discapacidades.
Acceso físico
El camino hacia el kiosco debe estar libre de obstáculos como escalones o señalización que obstruyan el progreso de los usuarios que caminan o usan una ayuda de movilidad como una silla de ruedas o muletas. El usuario debe poder operar el kiosco desde un área clara y plana lo suficientemente grande como para maniobrar ayudas de movilidad como una silla de ruedas o un carrito. Del mismo modo debe preverse una iluminación adecuada.
Las partes operables de un kiosco interactivo incluyen botones y teclados, ranuras de entrada para tarjetas o dinero y dispensadores para boletos, recibos, etc.
Los usuarios deberían poder acceder a todo esto desde cualquier posición y orientación en la que se encuentren naturalmente al usar la terminal.
