Novedades en probadores interactivos

El local insignia de la reconocida marca Rebecca Minkoff en el barrio Soho, de la ciudad de Nueva York, ofrece pantallas interactivas tanto en el piso principal como en los probadores.

En el piso, los compradores pueden tocar las pantallas, que parecen espejos cuando no están activadas, para hojear libros curados por Rebecca Minkoff o pedir un café o una copa de champán gratis.

En el probador, gracias a que las etiquetas RFID reconocen cada artículo traído, los compradores pueden abrir pantallas de productos que muestran el artículo con un estilo diferente, así como otros tamaños y colores disponibles, como lo haría al comprar en línea. Más allá de la experiencia, se trata de tomar lo mejor del ecommerce e integrarlo en los locales.

Así lo confirma la diseñadora Rebecca Minkoff cuyos locales se orientan a la experiencia de compra interactiva.

Según Uri Minkoff, CEO y cofundador de la marca (y el hermano de Rebecca), los probadores mejorados han aumentado el tiempo que los clientes pasan en el local y han aumentado las ventas de ropa. «Probar algo significa intención, y el cliente puede no haber estado pensando en comprar un vestido, pero lo ven sugerido en la pantalla y suelen pedirlo» dijo Minkoff.

Aunque parezcan sacado de una película de ciencia ficción, los probadores de ropa digitales están copando el mercado de la moda. Será cuestión de tiempo para que lleguen a nuestro áis, y así poder entrar a un probador y que no haga falta salir de él para pedir asesoramiento con una prenda.